ORGULLOSAMENTE COLOMBIANO

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LA SALSA DE JUAN MANUEL Y ALEJANDRO ONLINE

AL ESCOBAR AFRO CUBAN ORCHESTRA AÑO 1958 . RYTHMAGIC VOL 2 CADENCE RECORDS CLP 3014




01 Tu No Vales Un Kilo
02 Palm Springs Mambo
03 Ya Yo Se
04 Goodbye
05 A Mi Que
06 I Lead A Charmed Life
07 No Encuentro Palabras
08 Frenesi
09 Mira Quien
10 Johnny's Special
11 Oye Nicanor
12 Lenny's Mambo

Pete Candoli-Trumpet
Marvin Brown-Trumpet
Joe Dolny-Trumpet
Johnny Audino-Trumpet
Bob Eneveldson-Trombone
Herby Harper-Trombone
Dave Well-Trombone
Gene Sherry-French Horn
Dick Houlgate-Baritone
Herby Steward-Alto
Fred Provincio-Bass
Modesto Duran-Conga;
Johnny Cheda-Vocal;
Pollito Caserin-Vocal


 
Por
  ©Néstor Emiro Gómez Ramos
Miembro fundador de Herencia Latina
Nueva York

Un Pianista de Categoría
     Toda su vida ha llevado prendida a su ciudad natal
Barranquilla en lo más profundo de su corazón, no obstante
haber tenido que separarse de ella por una decisión que tomara
su padre de radicarse en el exterior, cuando solo contaba con
siete años de edad. Las imágenes de sus vivencias en esta
ciudad, aun permanecen en el recuerdo de Álvaro Escobar, no
importa cuantos escenarios haya recorrido por todo los Estados
Unidos, el área del caribe y demás países donde ha presentado
sus grandes virtudes musicales. Y conste que han sido
muchísimos los escenarios trajinados en su brillante y extensa
trayectoria de más de 50 años de vida artística, al lado de
figuras tan importantes como Pupi Campo, Noro y Esy Morales,
Miguelito Valdez, Tito Puente, Celia Cruz, La Lupe, Mongo
Santamaría, Jack Contanzo y demás personalidades no tan solo de
la música latina, sino también  del mundo anglosajón.

     Y aunque su nombre se ha destacado y es reconocido en el
ambiente musical hispano de los Estados Unidos, no ha ocurrido
lo mismo en su querida tierra natal, donde son muy pocas las
personas que conocen su trabajo. Es el caso nuestro cuando en
1997 nos encontrábamos en San Juan de Puerto Rico asistiendo a
un encuentro de coleccionistas y tuvimos oportunidad de ver un
video del programa Nostalgia de la TV de la Isla, donde se
presentaba Miguelito Valdez. En el show, Miguelito cantaba
acompañado por un dúo compuesto por piano y bajo. Y cuando en
el programa el maestro Pedro Flores le pregunta por los nombres
de los miembros del dúo cuán grande no seria mi sorpresa al
escuchar a Miguelito decir que el pianista era Al Escobar
natural de Barranquilla, Colombia. Y mucho mayor fue mi
impresión, en el momento en que, después que Al ejecutó un
magnifico solo de piano, el famoso cantante cubano se  dedicó a
elogiarlo diciendo: «Yo no sabia que en Colombia se tocaba el
piano tan lindo».  Este episodio debió ocurrir, en los años
1970 o 1971, época en la que Al Escobar se encontraba viviendo
en Puerto Rico. A partir de ese momento y gracias a la
colaboración del gran coleccionista de videos Jaime Jaramillo,
quien me obsequió una copia del mismo, comencé a difundirlo
entre el mayor número de personas posible, con el fin de
conseguir alguna información sobre la vida de Escobar. Durante
todos esos años que siguieron fue muy difícil ubicarlo, hasta
que por fin apareció en los Ángeles, donde fue localizado por
una gestión adelantada con el concurso del músico Arturo López
Viñas,  el Sr. Rafael Bassi y del periodista de Los Ángeles
Guido Herrera Yance.

Su infancia en Colombia

     Álvaro Escobar Páez nació en Barranquilla el 8 de Marzo de
1930. Recuerda que su mamá le decía que había nacido un sábado
de carnaval. Su Padre fue el destacado músico tolimense Gabriel
Escobar Casas, quien vino a trabajar a Barranquilla y aquí
conoció a doña Inés Páez, oriunda de Santa Marta, con la cual
contrajo nupcias. El señor Escobar trabajaba para ese tiempo
como director de la banda de la policía. Se distinguió por ser
un ferviente promotor de los aires musicales nacionales,
especialmente del bambuco. Su composición más famosa es  el
bambuco «Serenito De Mayo». Tiene el honor de haber aparecido
en la primera película sonora hecha en Colombia en 1937,
acompañando al dúo venezolano Ravengar-Espín.
El Sr. Gabriel Escobar, fallecería en Nueva York el 8 de enero
de 1953 y su cuerpo fue trasladado a Barranquilla para
brindarle honores militares en la catedral Iglesia de San
Nicolás.

       Desde pequeño Álvaro aprendió a leer música, bajo la
orientación de su padre. Siempre lo acompañaba a los conciertos
que ofrecía la banda de la policía todos los domingos,
asistiendo conjuntamente con su madre y hermano. Su niñez
transcurre en ciudad natal entre los conciertos, los juegos,
las carreras en el parque, hasta que deciden viajar a la ciudad
de Nueva York por iniciativa del señor Escobar Casas, en
búsqueda de una mejor educación para sus niños. Allí, mientras
sus  hijos desarrollan actividades escolares propias de su
edad, el señor Escobar hace lo suyo, estudiando en el New York
College of Music, promocionando el bambuco, al cual tuvo que
cambiar la escritura rítmica de 3/4 a 6/8, para que pudiera ser
bien ejecutado por los músicos de la National Broadcasting
Company. Precisamente, en un artículo publicado el diario El
Colombiano de Medellín el 21 de septiembre de 1951, escribió lo
siguiente:
  
   «En mi libro All Latin American Rhythms for the Modern
Orchestra (Edward B. Marx, New York, 1950), describo este ritmo
en seis por ocho, y parece que esta dando buenos resultados,
pues algunas orquestas americanas y latinoamericanas están
incluyendo en su repertorio bambucos y pasillos».

     En 1945, el joven Álvaro regresa a Barranquilla por
disposición de su padre, ya que en un arranque de travesura se
fue de su casa y se enlistó en el ejército norteamericano, en
plena guerra mundial. Ya en Barranquilla entra a estudiar en el
viejo colegio Biffi, sin abandonar sus estudios de piano, esta
vez, con el profesor Aurelio Vásquez Pedrero. Es la época en
que conoce a Pacho Galán y se hace gran amigo de Luis Alfonso
Meza (pianista de la Jazz Band de la emisora Atlántico), quien,
en ocasiones especiales,  le brinda la oportunidad de tocar con
 la orquesta. Es también el momento en que forma su primer
grupo musical con unos muchachos de su vecindario. El grupo
tenía una instrumentación que comprendía bongoes, clave,
marímbula y piano, con la cual se atrevieron a presentarse en
la inauguración de un local comercial. Fue allí donde los vio
el propietario de las Emisoras Unidas, el señor Roncallo, y los
invitó para que se presentaran en su estación de radio. A
partir de esa experiencia Al se sentiría tan bien que decide
entonces dedicarse completamente a la música. Sin embargo,
pronto tiene que abandonar el grupo porque en 1946 regresa
nuevamente a Nueva York.


¡ Cordial Saludo y Agradecimiento a Rumbero Anonimo !